Luz de la Aurora (Lugar de meditacion y serenidad) Terrazas

*Flye había comenzado a volar a lado de ellos pero a altas alturas cuando salieron al exterior, al parecer le guiaba al los jardines que agradable sorpresa hace tanto no visitaba esos sectores, no es que lo hubiese visto ya que la bella elfa le llevaba con los ojos cubiertos pero el aroma fresco delato el lugar rápidamente. Cuando ella le indico que podía abrirlos lo hizo rápidamente como un niño pequeño emocionado, y quedo impresionado por el buen trabajo todo se veía tan familiar, tan memorable a un pasado de antaño*
- Es precioso mi querida *-*
*Mientras caminaba para acercarse más al lugar, ese sitio se respiraba tranquilidad, obra de manos de magia pura élfica y cerro los ojos aspirando profundamente.*
- Has hecho un excelente trabajo, es tan... como hogar.
*Menciono con un tenue de nostalgia pero alegría, sonriente de lado a lado, mirando como se acercaba Flye y se paraba una rejilla de la terraza. Y Kalipse se acercaba al árbol principal, con cuidado se desvendó su mano derecha dejando caer las vendas con cuidad a su lado, y acarició el tronco del árbol como si pudiera sentirlo más allá de su superficie rugosa*

*Retiró la mano del árbol para mirar con ternura a la elfa y al mismo tiempo sorprendido por todo y las palabras que decía*
- Es solo mi deber tratar de cuidar este lugar que mis ancestros iniciaron, trataremos que todo este en equilibrio, esa fuerza es implacable pero podemos con ella, del alguna forma lo lograremos, estoy confiado de que esta vez la historia será distinta y el destino nos brindará una buena cara, las diosas y Eru estarán de nuestro lado. Umm, ¿Varda? ¿de Aman?... no tenía idea alguna, creo que he estado tanto tiempo en estas zonas que he perdido contacto rotundo con todo lo que mi especie.
*Se quedo en silencio un momento escuchando el suave sonido del viento con el movimiento de los árboles y hojas, y volvió a mirar a la elfa quien se le veía relajada y tranquila, con voz galante y educada, hablando solo en idioma élfico*
- Querida Wellessandra, oh querida Arwen, mi nombre real es Aerandir Pallanén, pero al vivir en un nuevo mundo me he tenido que adaptar a nombres más "comunes". Quiero confesarte una anécdota de mi pasado, yo he vivido aquí en estos lugares desde remotos tiempos, incluso fui propio alumno de esta academia cuando mis padres estaban al mando al crecer yo y ellos partir en el viaje a la eternidad, me quede a cargo. Pero la verdad es que yo no era el destinado a ser director de la academia en un inicio, siempre lo fue mi hermano. Quién a manos del ente en su primer ataque de la historia terminó como uno de los tantos desaparecidos, y no he vuelto a saber de él. Me alejo cada tiempo de la misma academia tratando de encontrar aparte algún sentido a este ser maligno y si me es posible entender que sucedió con todos los desaparecidos. Además de claro reforzar los hechizos, pero para hacerlo y encontrar la fuente que me dice que proviene ese ser, tengo que adentrarme a lo más profundo del bosque donde nadie mas puede pasar y es algo donde arriesgo mi propia vida.
*Le muestra la mano que se había quitado la venda, estaba con cicatrices y algunas quemaduras, de las cuales no pensaba explicar mucho*
- Y he aquí una de las más recientes consecuencias, no fue nada de extrema gravedad pero es por lo que les digo a los alumnos que no deben adentrarse a las profundidades del bosque.
*Sonrío con su alegría de siempre alejando esos pensamientos de tristeza pues el ambiente era tan sereno y apacible que no quería arruinarlo con pensamientos tristes*
- Asi que Varda... que interesante.