Enfermeria?

Al entrar observa como las camas se posesionan en el lugar, frascos con esencias, hierbas, tazas y demás misceláneos para curar llenaban la enfermería, estaba sola, no había nadie más, se sintió cómoda -aquí estará bien- no le afectaba nada allí, por el contrario estaba acostumbrada a convivir con dichas cosas, camino al frente cerrando la puerta con un tirón, en una de las camas se dejo reposar *se sienta*, toma su frasco desenroscando la tapa que mantenía el liquido, *aspira el aire* el fuerte olor la desespera, dilatando mas sus pupilas, *sacude la cabeza* -Aun no bestia- hablaba consigo, tenía que probar algo *relaja la tensión* extendió su dedo índice y lo condujo dentro del frasco manchando con algunas gotas el mismo, cerro sus ojos fijando sus pensamientos en el punto impregnado del dedo , -REGO VITAE- susurra, siente como su sangre empieza a movilizarse dentro de su cuerpo y su mente empieza a buscar una imagen, un gran hoyo negro se entremezcla con flash que dispara la bestia en búsqueda de algo, *su expresión se contrae* su dedo sale del frasco rodeado del vitae en el recipiente y abriendo su boca lo introduce en ella, un golpe endemoniado le enviste su mente, la bestia sin compasión devoraba aquella sangre como si fuera gas entre llamas, y como un diario abierto una voz le susurra: Varón joven, fresco, sano, ausente de vitae vástaga...

La voz se apago y simplemente todo su desconcierto acabo, *abre los ojos* *jadea* su sed había aumentado, este conjuro le disminuía su reserva de sangre y con la carencia de ella le afectaba aun mas, rápidamente recordó la voz repasando lo que había dicho, -Varón joven: amm sexo masculino entre 22-25 años, Fresco: Bien alimentado, Sano: sin enfermedad, Ausente de Vitae vástaga: Humano.- *suspira* no podía tener más información porque la sangre era de un humano y eso lo sabía, pero le había servido muy bien para practicar, había mucho más solo que no controlaba esto por completo si lo desarrollara perfectamente simple mente seria como leer un relato de su vida y condición física, *agacha la cabeza* toma el frasco con ambas manos levantándolo, llevándoselo a la boca tomando trago por trago, saciando a la bestia de su interior.

Saciada *sus ojos se aclaran* solo queda un poco de sangre en el recipiente, observo la enfermería y detallo un frasco de color ámbar con tapón de cristal esmerilado,

parecía que podía contener unos 250ml, -estará bien- *se levanta de la cama* toma el resto y lo transfiere al contenedor oscurecido, hace presión cerrándolo perfectamente, *sonríe*, -espero que no se molesten por tomarlo prestado-, toma el simpático frasco colocándolo suavemente en uno de sus bolsillos, sujeta el otro y decide salir del recinto –mucho mejor, lista para mi examen-. Camina con el recipiente en mano con direccion a la salida, *cierra la puerta* – todo mejor- susurra.