Habitacion De: Aishbelt Adriks

Una vez dentro del área de los dormitorios muchas cosas pasan por su cabeza, recuerdos, preguntas, algunos sentimientos humanos se asoman en su memoria *sacude la cabeza*, *marchaba con la cabeza baja como si algo le perturbaba*, algo temía en dejar atrás, esta criatura de la noche, era tan sutil como misteriosa, tan enigmática, sus ojos rojos siempre ocultaban algo. *observa cada puerta, aspirando un poco el aire*, seguía caminando, haciendo una y otra vez la misma acción, -todas con olores (están ocupadas)- resalto haciendo una mueca de disgusto, seguía caminado con su felino en brazos. Unos minutos más tarde en uno de los últimos pasillos extrañó la carencia esencias *sonríe arqueando un poco sus labios* abre una de las puertas; efectivamente, estaba vacía, no se molesto en buscar más, esta parecía bien. La habitación estaba algo desordenada y un poco polvorienta, tenía una ventana amplia por donde se podía proyectar la luz –he de dar gracias que es de noche- profeso sonriendo, una gran cama de madera envejecida resaltaba la habitación de color rojizo con extraños estampados en la pared y piso *suspiro * no le gustaba el estampado, de lo contrario amaba los colores neutros y fríos, -agggg algo molesto pero no imposible de soportar- * entrecerró los ojos*, miro a su derecha y algo llamo su atención, una mesa yacía en un rincón del cuarto junto con otros muebles, un estante de color caoba se encontraba tirado en el piso, algunos libros debajo de él, *frunció el ceño*, -como que alguien se enojo aquí- pensó, busco el interruptor para ver si funcionaban las instalaciones eléctricas aunque no las necesitara, *subió su mano dándole un tirón hacia arriba* --Clap-- se escucho el sonido del suiche, luces de un encandécete amarillo invadieron el cuarto, inmediatamente sus pupilas se contrajeron entrecerrando sus ojos esperando a que la visión se adaptaran a la luz.

Caminó dentro, cerrando la puerta con suavidad --riiiiiiiiiiigggggg— *molesto sonido* pensó, giro su cuerpo dirigiéndose a la enorme cama, sabanas de color Azul eléctrico la adornaban, un acolchado edredón rápidamente doblado se posaba en un costado sobre el lecho -será suave- dijo dirigiéndose a su gato que se encontraba ansioso por recorrer el lugar *su mano rosa con delicadeza el edredón* polvo se disipo por el aire, finas partículas se podía ver con la luz, -agggg es mejor que limpie todo- abrió sus brazos y dejo caer al minino en la cama, soltó su mochila y busco en ella una túnica azulada, cambio su ropa rápidamente preparándose para acomodar el desastre.

Comenzó a limpiar todo el recinto, polvo y mas polvo se levantaba entre las cosas, -hace mucho que no limpiaba- pensaba para sí misma, centro la cama en la pared del fondo una vez que sacudió y depuro colchón y sabanas, despolvo los muebles y la pequeña mesa cuadrada, le echo un vistazo -definitivamente me gusta- señaló, le agradaba la idea de poder tener algo donde escribir y estudiar ; levanto el mobiliario caoba que padecía en el suelo, automáticamente su atención se dirigió a los libros que se encontraban debajo de él, era extraño que alguien dejara estos libros aquí, en efecto, eran de suma importancia, uno tenía el nombre de “Ocultismo” *frunció el seño rebuscando en sus recuerdos*, ligeramente comprendió que era, había sido muy nombrado en aquellos vampiros con quien habia compartido un corto tiempo, nunca había tenido la oportunidad de leerlo, –es hora de leerlo- asintió, siguió hurgando, enredado entre uno y otro, saco un texto muy extraño, tenia una encuadernación enorme, de cuero hermosamente trabajado, sobrepujado, pintado, con hierros y cierres de metal. -Qué libro tan extraño- destaco, -Da la impresión que el autor hubiera elegido esa gran cubierta para tenerlo consigo durante un gran viaje e ir añadiéndole hojas a medida que las escribía-

El libro le intrigo demasiado pero no podía perder más tiempo, tenía que hacer muchas cosas en la academia hablar con los en cargados de las clases para ver como se podía solucionar esto de haber llegado tan tarde a la academia, algunas clases ya habían comenzado y estaba segura que los demás habían avanzado mucho mas, dejo el libro sobre la cama y siguió limpiando, ordeno y adiciono sus cosas en el lugar.

Su gato ya había cenado con algunos roedores que merodeaban la habitación, se divirtió con el atrapando algunos, relajada en la cama se estira de lado a lado (una mala maña adoptada de su gato), ambos se estiraron abriendo patas y manos a la vez -unmmmmm aggg- *sonríe* -ahora solo me falta una cosa, MI COMPAÑERO- pensó, se había mantenido distraída para no pensar en la falta que le haria, hace mucho tiempo no despertaba sola sin su beso, hace muchas lunas disfrutaban cada día cada noche de lujuriosos encuentros que los saciaban de pasión *suspiro* -le necesito ahora- solo pensaba en que él entrara en su cuerpo húmedo y firme ,*un poco de color en sus mejillas* la idea la calentó, cerrando sus ojos dispuesta a pensar en el, -lo llevo en mi sangre, tanto como yo en la suya, ha de sentir en este momento un fervor por poseerme, somos uno, se que vendrá por mí, me necesita como yo a él, le he llamado con el vinculo de sangre-.

Al despertar, su cuerpo estaba saciado, lleno de amor y placer, abrió sus ojos y allí estaba, a su lado, rehabilitado como un Nimph luego de una noche de sexo, su cabello negro trenzado le cubría uno de los hombros dándole un hermoso aspecto delicado, -ajs- bufó, *arquea una ceja* no era nada delicado salvo con ella, era una maquina de destrucción, -quien diría que esta criatura en descanso se ve tan inofensivo- aquel hombre no controlaba su fuerza, solo explotaba y eliminaba todo lo que estuviera a su alcance, -espero que pueda aprender aquí algo de control- su brazos protectores, la sostenían como para no dejarla escapar, una pierna se enredaba en la de ella, abrigándola, no podía creer que tal hombre perfectamente hermoso era suyo *le mira de cabeza a pies*, un cuerpo provocativo con firmes músculos, una tez blanca como un glasear, finos toques bien enmarcados de fuerza se despliegan en su cuerpo desnudo –MIO- grito su yo, al verlo se comenzó a calentar su cuerpo de nuevo dándole dolorosos aspamos de necesidad –NO, ahora no, necesitamos buscar los despachos de los profesores y solucionar este asunto- se quejo con una extraña tristeza de añoro en sus ojos.

Dando pequeños saltitos se levanto de la cama y lo dejo descansar un poco más, *le da un beso en la frente, levantándose de la cama* camino al baño, necesitaba una ducha con agua helada o correría a devorarlo, *gira la manilla* al abrir la puerta frente a ella está un espejo, *le mira*, -aun puedo reflejarme, agggss,- *suspira* -creo que he de agradecer, aun no he perdido la poca humanidad que queda en mi-, se voltea y mira pequeños rasguños que aun sonrojan a punto de sanación, *sonríe pícaramente* -só com o posso ter isto, homem lujurioso incansable- hablo en una lengua diferente, tiro su túnica al frio suelo rojizo caminando a la tina que reposaba en el fondo, sumergiendo un pies y luego dejando caer todo su cuerpo.

El agua relajaba los músculos que aun se contraían del éxtasis, cuando escucho los pasos de su amado llegar a su lado, *jugueteaba con el agua* todo su cuerpo le deseaba ahora mismo, !si!, que le tomara de nuevo en la plenitud del agua, cuando solamente, -¡MALDICION!- maldijo al aire al ver que su amante solo le beso y se fue.

Termino su ducha, sacando ligeramente sus hombros, torso, abdomen, piernas y pies; dulces gotas cristalinas recorrían la planicie de su abdomen deslizándose como una gota de miel por la botella, no se molesto en cesarse prefería que el agua humedecieras su ropa, con la mente pensativa, aun no tenía una decisión que tomar con respecto a las clases, solo merodeaba una y otra vez una sola pregunta: ¿por que jebs se había ido de esa manera? *fijo la vista* -no ha de ser nada malo- murmuro.

Unos segundo mas tarde, cruzo el otro lado de la habitación en búsqueda de algunas prendas para vestir, tomo un pequeño strapple de color negro fuertemente sostenido al cuello y tejidas trenzas que se fijan delicadamente a sus costillas, coloco y amarro rápidamente, una vez terminado, tomo la otra pieza, un cinturón ancho que se moldeaba sus amplias caderas con dos largos listones de una fina tela posicionados uno frente al otro ocultando perfectamente su feminidad, amarro sus armas a sus piernas y engancho la Gun Blade a su espalda, su cabello aun mojado filtrara sutiles rocíos de agua en su rostro, algo deliciosamente atractivo, tomo el par de botas colocándoselas rápidamente,

-ha de faltar algo, no puedo dejar la habitación sin protección-, señalo, hurgo rápidamente en uno de los libros que trajo en su mochila, se decidio por uno sencillo que proveía al mago un vago conocimiento de alguien si osaba en violar el circulo en el cual se encierra el objeto, en medio del conjuro, se encontraba ansiosa y prevista de fe que funcionaria, cuando al decir la última palabra del récipe, el libro se cerró bruscamente –-plap-- un sonido largo y agudo se escucho, a su lado –Ziiiiiiiiiiip— volteo rápidamente buscando que había sucedido, su mochila se había cerrado de pronto, sus manos se dispararon veloz mente al cierre, jalando una y otra vez, sin poder abrirlo *estiraba de un lado a otro* el enfado era evidente, sus ojos se encarnaron en un vinotinto espeso –aggggggggggg ¡MALDICION!- *arroja la mochila al suelo* el conjuro había fallado, -Demonios, no puedo esperar más, necesito aprender, no soporto mas esto, al igual que controlar mi ira- en su interior sabia que le necesitaba o perdería el control, -Maldicion, y ahora que hare con este cierre-, exclamo, *mueve el pies derecho impacientemente* -luego pedire consejo-no quizo perder mas tiempo y se dirigió rápidamente a la puerta mandando un beso en el aire para su felino quien dormía en la alfombra cerrando de un tirón la puerta --rigck—

Caminaba con su compañero hablando de todo un poco, decidieron ir a la habitación de ella para charlar en más calma, frente a la puerta, introdujo la llave en la ranura girándola suavemente, estaba aun algo enojada pero mientras mas caminaba y hablaba bajaba su confusión y su ira, solo sabía que quería estar con él, - llegamos, disculpa mi desastre, Salí algo apurada- le dijo, arrojándole una mirada cálida, abrió la puerta de par en par, entrando rápidamente arrojándose al lecho, su gato dio un brinco al mismo tiempo que la cama se elevaba por el rebote, *sonríe agraciadamente*

Aishbelt solo se hechizaba por las caricias y el mar de besos que jebs le proveía, recordó muy a lo lejos una molestia provocada por aquel examen, pero simplemente asintió a las palabras de su hombre, no perdió tiempo en hablar no quería, todo su cuerpo se contorsionaba y sollozaba por él, de una postura a otra le daba la bienvenida en su cuerpo, tomo su cabello y lo hecho al otro lado del hombro descubriendo el delicado y femenino cuello, sabía que había perdido sangre al igual que su cuerpo tenía heridas, esto le sanaría a él y a ella le produciría el más intenso placer - solo bebe amor, aliméntate de mí, toma lo que te pertenece solo a ti- le dijo con vos quebrada, *le toma el cuello atrayéndolo hacia ella*.

-Lo sé amor; discúlpame por haber arruinado todo, me he sentido como una tonta, pero no pude evitar mi reacción, yo… solo… pensé…- *se estremece* agacha la cabeza contraendose en el pecho de su amante en posición fetal, era toda una niña en sus brazos, crueles recuerdos se asomaron por su mente *se aferra mas a él* con una dudosa voz sus labios se sincronizan para decir –¿crees que saldré bien en el examen?, sé que no le he caído bien al profesor, mi conducta no le gusto- *fija la mirada* sus dedos recorrían dibujando pequeños remolinos en los pectorales de jebs músculos fibrosos se asomaban en su piel, ella solo era así con él, no le habla a nadie más de sus dudas ni mucho menos de lo que pasaba por su mente, siempre trataba de ser distante y poco social, para evitar cruzar palabras, - sé que mi voluntad es mucho mayor que mis miedos y sé que lo puedo hacer, ¿pero que tanto pueda soportar?- se apretó mas a él y simplemente cerro sus ojos buscando regocijo.

-Comprendo amor, controlare lo que sea necesario no entrare en su juego, ahora necesito ir a presentar el examen de admisión de Magia Negra he decidido entrar allí.- ella sabía lo que quería ahora mismo tendría que ir a ver donde hace el examen de admisión, tendría que ir a buscar el salón y ver donde serian las practicas aunque antes tenía que ir a la cocina a reponer la sangre perdida, tenía que tener la mayor cantidad de reserva sabía lo que le costaría si tendría que usar esos conjuros, no sabía de que se trataría el examen le había visto a su amante las heridas, pero no sabía nada de ello, tenía que retomar energía las necesitaría para más tarde, se acurruco mas y cerro sus ojos absorbiendo toda la masculinidad de su hombre una frace resono muy suavemente de sus labios -Te amo- y simplemente se quedo dormida.

Luego de unos buenos minutos Aishbelt despierta algo más fortalecida, se estira un poco y sus ojos rápidamente impactan con Jebs, su mirada se atóntese al verlo dormido a su lado *sonríe*, no lo quería despertar, no quería que se levantara hasta que no esté completamente sanado, quito poco a poco los pesados brazos de su cuerpo, mientras se contorsionaba delicadamente para zafarse de su amarre, se levanto y de pie lo miraba –es mío- no quería apartarse de el, pero, era necesario, necesitaba indagar sobre el examen de Magia Negra y demás antes que se ocultara el sol tenía que estar lista para su examen con el profesor Jack *suspira* -ese profesor- Jebs le había dado todos los concejos había escuchado atentamente y recordaba cada cosa que le dijo, -eso es lo que haré, me controlare pase lo que pase, y si bien se escapara algo pensara en ello y reunirá fuerza de voluntad y controlara sus emociones- penso.

Camino al Baño, se ducho rápidamente, una vez que termino busco las prendas de vestir *frunce el ceño* recordó que el conjuro que había salido mal la había cerrado, -tendré que romperlo- pensó, tomo el morral del suelo y con sus uñas empezó a romper en uno de los costados, saco unos shorts muy cortos ajustados firmemente, y se los coloco, volvió a meter la mano y saco un abrigo con capucha sujetado con una hilera de botones negros este le cubría todo el cuerpo, -esto estará perfecto- mascullo en sí misma, se movía con delicadeza y destreza para que su hombre no se despertara, se coloco las prendas, amarro la daga a su pierna, subió los cierres de las botas le dio un beso a Jebs y se fue cerrando la puerta con cuidado