El inicio de un nuevo día...

*Con paso inseguro, se adentra en el comedor, y nota que está sola. Al no encontrar a nadie, suelta un suspiro, entre alivio y decepción. Le gusta la soledad, si, pero no es que ame estar sola todo el tiempo. O más bien... ha pasado tanto tiempo en soledad que se ha ido acostumbrando a ella.
Deja escapar un suspiro nuevamente, esta vez impregnado en tristeza.
Se acerca a la mesa, donde encuentra sus platillos favoritos para desayunar: Manzanas, peras, kiwi y nectarinas están a rebosar, y también hay tostadas con crema de cacao. Con una sonrisa en la que aún puede notarse la aflicción debido a la soledad, comienza a comer tranquilamente, mientras su mirada se pierde en la distancia, y comienza a recordar otros momentos, como ese, en el que se ha encontrado sola.*

*No era como si esperase algo. Salió de su ensoñación mientras terminaba el último bocado, y se dispuso a salir del comedor. Tenía miedo y a la vez emoción de conocer a sus demás compañeros, pero había un miedo mucho más grande: El de realmente ser ignorada por todos, como le venía ocurriendo desde tiempo atrás. Intentó alejarse de ese pensamiento, y reuniendo confianza en sí misma, salió decidida de la habitación, en dirección a los jardínes.*
(Cambio de escenario)