Breve Parada en Hellesylt.

Era cerca del medio dia y Haziel había decido tomar un breve descanso sentado cerca de una de las fuentes del pueblo. Las extrañas vestimentas que traia consigo atraían las miradas de los curiosos, pero a el no le interesaba, pues miraba con gran alegría a los pequeños que jugaban felices con lo que parecía ser una pelota mal improvisada.
-“Dejad que los niños vengan a mi”- murmuro sonriente para si y saco de entre sus ropas un pedazo de papel doblado.
– Veamos… debo estar cerca ya… –
Aquel papel no era si no un mapa que indicaba lo próximo que estaba de su destino: La Academia Interludium. Guardo tranquilamente el mapa entre sus ropas y cerrando los ojos levanto el rostro al cielo con una gran calma y serenidad, sintiendo la frescura del lugar que contrastaba enormemente con lo agresivo del desierto donde había pasado los últimos meses. Bajo la vista nuevamente hacia los niños y lentamente su sonrisa se convirtió en un gesto amargo. ¿Qué les deparaba el destino a tan hermosas y frágiles criaturas? ¿Cuánto tiempo pasaría antes de que la codicia la envidia, la ira, la pereza y todos los demás vicios y pecados consumieran aquella pureza? Tomo el morral que estaba a su lado y reanudo su viaje caminando tranquilo entre las calles de Hellesylt. Salvo por la inocencia de los niños no detecto a nadie mas que estuviera dentro de la gracia, asi que con tristeza se resigno a que pronto esos niños se volverían tan malvados y viciosos como sus padres, de la misma forma en que sus padres habian adquirido los vicios de sus abuelos y estos de los suyos, en un infinito ciclo de degenere y perdicion.
Una vez que estuvo suficientemente lejos del pueblo desplego sus alas y reanudo su viaje hacia la academia ¿Seria esta decisión la correcta? No lo sabia, sin embargo había tomado peores desiciones en su vida. Solo esperaba que como en toda decisión arriesgada que tomaba, esta no fuera la ultima.

(Continua en el vestíbulo)

*Cambio de escenario, cierro Rol*