Las penas con pan son mejores

Parecía como si caminara tranquila pero iba demasiado temerosa, mirando como paranoica a todo lugar, abrazada de su bolsa al pecho llega por fin al comedor el cual se delató por el exquisito aroma que desprendía por el pasillo y una luz bastante iluminada que salía por una enorme puerta. Caminó muy rápido por no decir que casi corrió hasta donde salía toda esa luz, y abrió la puerta empujando con fuerza. Se sentía aliviada de haber llegado a un lugar más iluminado y por el momento no se había topado con nadie que no fueran trabajadores del lugar.

Vió con suerte que había comida servida en las mesas y no tendría que cocinar, no solo para su suerte si no para la de todos los cocineros y personas cercanas al lugar de cocina. Caminó aun abrazada de su bolsita de mano hasta una mesa lejana de todas y la más cerca de la luz de chimenea. No tenía idea como funcionaba exactamente el servirse comida pero todo se veía delicioso; y sin esperar mucho más tomo asiento en una de las sillas y en el plato vacío frente a ella comenzó a servirse diversos platillos un poco de todo para probar y en un vaso de cristal un poco de bebida fresca, parecía jugo de frutas aunque aun no lo probaba pero lo olió un poco antes de servirse. Ya tenía todo acomodado en su plato y dispuesta a comer.

El primer bocado le supo a gloria, tenía demasiada hambre y como poco a poco recuperaba las energías su cuerpo del hambre que había estado pasando.

(Continua de Dormitorios)

-Saludos niña mia. -dijo entusiasmado al volverse a encontrar a Joelle- Veo que disfrutas de una deliciosa comida... bien merecido lo tienes -Se acerco hasta donde estaba sentada. Para Haziel alimentarse no era de vital importancia como para los humanos, pero a lo largo de los años habia desarrollado un gran gusto por la comida humana... y tambien por la de otras especies.
-Puedo acompañarte?