Caja Negra y Cintas

*Aunque hubíese preferido darse una ducha antes de ir a depositar las cintas, ya que se sentía pegajosa por el sudor y la tierra mojada que se le habían adherido cuando cayó al suelo al terminar su prueba que se sentía asqueada y mareada, no obstante prefirío ir directamente para acabar de una vez con aquello y luego degustarse un rico baño de espuma con velas y tratar de conseguir algo de laurel para crearse su incienso con fragancias frutales. Estaba desgustandose por la idea de ese baño cuando accedió al aula. Caminó lentamente para observar aquella sala; un lugar sacado de las historias "Dragones y mazmorras", un dungeon con dantescos decorado en las paredes frente al escritorio negro que ocupaba también engarzados del mismo grado estético y ventanales que daban una amplia visión hacia los campos de entrenamiento. Llegó hasta el escritorio negro percatándose de la caja grande con sus tallados en plata y el cierre con tan peculiar forma endemoníada "Jmjm... que gustos tan monótono tienen los demonios" río en silencio mientras abría la caja y observó con deleite el aterciopelado interior con las endiduras y el cuchillo que calculó ahí iban las cintas. Tomó de éstas y las anudó entre sí para que quedasen unidas, luego tomó un pedacito de papel de la pila de folios en blanco que se apilaban sobre el escritorio para anotar su nombre con la evidencia de que puso el suyo y no el de Rayne: Audrey Drake Haskell. Dejó el bolígrafo que había tomado para escribir su nombre en el lapicero y colocó el papel junto a las cintas, lo llevó a la caja y clavó el cuchillo justo donde el nudo las unían junto con el papel con su nombre y cerró la caja, observando la A del cierre al tiempo que con su yema del dedo índice acariciaba el material, como si lo estuviese reescribiendo.
Trás ésto, alzó su rostro y miró a través de los ventanales. Una punzada en sus venas le delataban que el alba se aproximaba, aún quedaba quizás dos horas aproximadamente, así que se dispuso a salir del aula y tomar ese rico baño mientras se relamía sus labios pensando en aquello sin darse cuenta de que había mojado parte del escritorio y que el suelo poseía surcos de agua por sus pisadas.*

[Cambio de escena]

* llega un tanto molido despues de haber hecho ambas pruebas casi a punto de desmayo por la perdida de sangre, con el frenesi como segunda preocupacion, se acerca tambaleante a la caja que le habian designado con trabajo puede reconocerla, no traia con que apuntar su nombre pero recordo que en su ropa habia un grabado con el se arranca el cuello de su camisa y clava las cintas con el corta la mitad para dejarla con la piedra esperando que el profesor intuya que tanto las cintas como el diamante fueron traidos por el al unir ambas piezas, clava las cintas de colores en la navaja y con los ojos brillantes signo de que el hambre estaba haciendo estragos se retira a la puerta esperando no encontrarse con nadie *

- cambio de escenario-