Lista para el examen

*Era extremadamente difícil pasar por alto las miradas de curiosos (?) con los que se había cruzado, debido a su cojera algunos la miraba por el rabillo del ojo preguntándose qué le habría pasado, otros la miraban curiosos por saber quién era y otros tan sólo la miraba como el que mira una mosca revoloteando mientras surcaba el aire antes de que éste mismo la lanzara en otra trayectoria. Desde luego que su natura no muerta le permitía regenerarse más rápido que si fuese mortal y el escozor iba apacigüandose, apenas sentía las punzadas y el dolor ya era una mera molestia en sus tendones. El despacho del profesor parecía tranquilo, no lograba captar nada fuera de lugar, aún así, se apoyó en la puerta con los antebrazos y dejó escapar un suspiro algo apenado mientras cerraba los ojos y acto seguido se irguió para golpear la puerta con un ligero tono con los nudillos:

-Profesor Camael, ¿Se encuentra? (voz baja: Dígame que síii >_<)